Claudio Katz 22.Jul.18
Argentina afronta una gravísima crisis con escenarios de controlada regresión o inmanejable estallido. Para evitar esos padecimientos hay que rechazar el acuerdo con el FMI y suspender los pagos de la deuda. Mediante el control de cambios se puede contener la fuga de capital y la regulación estatal de los bancos es indispensable para proteger al pequeño ahorrista.
Para evitar el empobrecimiento de los jubilados es prioritario frenar el despojo al Fondo de Garantía. El agujero fiscal puede subsanarse con impuestos a los ganadores del modelo y la inflación debe ser neutralizada con el control de precios. Urge revertir la desprotección de la economía frente a las adversidades internacionales.
Los aumentos de los salarios y la prohibición de los despidos deben ser la respuesta al ahogo que propicia el FMI. Hay que transparentar el desfalco de los tarifazos con la revisión de los contratos y reactivar la obra pública para contrarrestar la recesión.
El gobierno improvisa parches frente a una crisis generada por el modelo neoliberal. La resistencia se afianza con el protagonismo de los trabajadores, la irrupción de los movimientos sociales y el viraje de la clase media. La batalla en curso necesita un programa.
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