“El Che y el marxismo latinoamericano”: Exposición de Nestor Kohan en los «Seminarios Guevaristas de Formación»

Seminarios Guevaristas de Formación: “El Che y el marxismo latinoamericano”, exposición de Néstor Kohan en la Universidad Nacional de Quilmes. Viernes 14 de Junio de 2013.

Seminarios organizados por la Agrupación Hombre Nuevo y Cátedra Che Guevarahttp://amauta.lahaine.org/

Con la participación de más de cien jóvenes, se ha desarrollado el pasado viernes 14 de junio el primer encuentro de los Seminarios guevaristas de formación política Seremos como el Che.

Este primer encuentro, a cargo de la Cátedra Che Guevara, con el compañero Néstor Kohan como expositor, hizo eje en el marxismo de Guevara. Comprendiendo que no se trata del pensamiento de un individuo, sino de una tendencia política y una tradición a escala continental de la que el Che es su máximo exponente, por haber sido quien logró incorporar y sintetizar críticamente diversos afluentes de esta tradición.

La entendimos como una corriente fuertemente radical dentro del marxismo, con pretensiones de desarrollar un pensamiento integral, con una crítica compleja y total al capitalismo, no sólo en su faceta económica (si acaso se la pudiera entender separada), sino en todos los planos que hacen al modo de producción en cuestión. En el mismo sentido, destacamos los tres pilares que Guevara comprendía esenciales para la construcción de un proyecto socialista: (a) la estrategia de poder; (b), el combate contra la miseria y la explotación; pero también la lucha contra la alienación y (c) la necesidad de construir una nueva subjetividad. “El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación.”

Prosiguió Néstor Kohan definiendo al marxismo de Guevara como la síntesis de dos importantes “escuelas de pensamiento” con un fuerte desarrollo y una historia altamente significativa: el marxismo latinoamericano y el marxismo radical europeo.

En este punto hicimos un minucioso pasaje por la formación política del Che, adentrándonos en cuáles fueron sus lecturas. Destacando en el caso del marxismo europeo, la lectura total y minuciosa de las obras completas de Marx, Engels y Lenin. Su incursión en el húngaro György Lukács para acceder a la compleja filosofía clásica alemana de Hegel, y también su acercamiento a Rosa Luxemburg y León Trotsky; por nombrar algunos ejemplos. Además de estos autores europeos hicimos mención de su estudio de C. Wright Mills, en el caso del marxismo norteamericano.

En el horizonte de los autores latinoamericanos, previa crítica al eurocentrismo que atraviesa nuestra cultura política y teórica como izquierda argentina, destacamos sus lecturas diversas que incluían textos de intelectuales argentinos como el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918 de Deodoro Roca, el libro Humanismo burgués y humanismo proletario de Aníbal Ponce o incluso la obra ‘El hombre mediocre’ de José Ingenieros.

En la reivindicación del marxismo latinoamericano, un marxismo que retoma los clásicos para pensarlos con nuestra propia cabeza y con los pies en Nuestra América, con la pretensión de, como nos legara Mariátegui, no hacer ni calco ni copia, sino creación heroica a partir de nuestros pueblos; ubicamos al amauta Mariátegui como punto de partida. Por ser el primero en desarrollar una concepción integral y sistemática del marxismo no sólo en y sino desde Nuestra América. Reconociendo, a su vez, que se trata de una corriente marxista continental nutrida por diversos autores y luchadores que aunque no siempre se formaron “estrictamente” dentro del marxismo terminaron con sus cuestionamientos al imperialismo yanqui confluyendo con esta tradición (como es el caso del modernismo —no sólo literario sino también político y cultural— de José Martí, Rubén Darío, el joven José Vasconcelos, José Enrique Rodó y otros pensadores latinoamericanos.

También hicimos hincapié en la importancia de la reconstrucción de la corriente guevarista en nuestro país. Tratando de poner en discusión las posturas políticas (habitualmente institucionales y moderadas) que la asocian con algo “viejo y superado” por su radicalidad. También hemos tratado de hacer un primer balance del guevarismo argentino de los últimos años reconociendo que dentro de los compañeros que se autodenominaban guevaristas en los años 90’ primaba una concepción unilateral del Che, centrada ya sea únicamente en “la ética” sin política o, en la cara invertida de esa misma moneda, en “la acción directa” (expresión propia del lenguaje del anarquismo de principios de siglo XX, previo a Lenin). Ambas posiciones, al ser unilaterales y carecer de una estrategia política de largo alcance, terminaron siendo cooptadas por los viejos aparatos políticos burgueses del establishment o bastardeadas por las corrientes institucionales y electoralistas, hegemónicas de la izquierda pos-dictadura (posteriores a 1983). Planteando un respetuoso debate de ideas con otras corrientes del campo popular llegamos a la conclusión que esa falta de política y de estrategia de poder a largo plazo se debe a la fuerte derrota de 1976, en la que fueron aniquilados, incluso físicamente, los principales cuadros del guevarismo argentino. Derrota que no sólo fue militar y política, sino que nos determinó un desarme teórico-ideológico muy significativo cuyas consecuencias llegan hasta la actualidad con la proliferación, hoy muy de moda, de supuestas “superaciones del marxismo”, que habitualmente terminan en nuevas frustraciones.

A su vez, resaltamos la importancia de construir un movimiento revolucionario al tiempo que nos educamos en una teoría revolucionaria.

En ese sentido es que enmarcamos a los seminarios guevaristas de formación como un humilde aporte a tales perspectivas.

En una próxima nota, contaremos la charla del viernes 28 de junio con los compañeros de la Cátedra Che Guevara y el compañero Néstor Kohan en el segundo encuentro de los seminarios. En este profundizamos en el marxismo latinoamericano focalizando básicamente la discusión en dos problemas: (a) el controvertido y polémico problema “social y político” del poder y (b) los aportes de la tradición guevarista en las discusiones “económicas” sobre la transición al socialismo.

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Fuente: http://www.rosa-blindada.info/