Europa usa la ayuda al desarrollo con fines colonialistas compitiendo
por materias primas con EE.UU. y China
La Unión Europea redescubre África
Richard Renard
Tageszeitung junge Welt
Traducido del alemán para Rebelión por Germán Leyens
Luís Amado, Presidente del Consejo de la Unión Europea, convocó a todos los jefes de Estado africanos a Lisboa. La UE vuelve a interesarse más por el continente negro. Pero sus actividades sólo se pueden comprender correctamente ante el trasfondo de la nueva competencia china por las riquezas de materia prima y los mercados africanos. Ya en 2010, la República Popular podría convertirse en el mayor socio comercial de África y tomaría el sitio que hasta ahora está en manos de EE.UU., por sobre Francia. EE.UU. reaccionó en octubre de 2007 ante esta competencia con el establecimiento de una jefatura (militar) en África, AFRICOM. La UE le sigue los pasos. Bajo la consigna «Cooperación con África» los grandes Estados miembro Gran Bretaña, Francia y Alemania se dispusieron a enmascarar sus propias estrategias ofensivas para lograr una posición hegemónica mediante medidas envolventes: refuerzo de la colaboración en el desarrollo, ayuda en la formación de policías y militares, una tropa de emergencia africana propia financiada por la Unión Europea, asociaciones de libre comercio y acuerdos para la explotación de los recursos energéticos. Con ayuda de este catálogo de medidas, quieren que se olvide el pasado colonial de destacados Estados miembro de la UE en un futuro libre de residuos del pasado bajo el pendón azul con estrellas amarillas. Según el borrador para una declaración final sobre la asociación estratégica de tres ministros de los países de la Unión Africana (UA) y tres de la UE: «África y Europa están unidos por la historia, la cultura, la geografía, un futuro común, así como una comunidad de valores» (Declaración de la troica UA-EU en la preparación para la cumbre UE-África, 31.10.2007)
Política del Siglo XV
La Unión Europa sigue siendo el mayor donante de Ayuda para el Desarrollo en el ámbito mundial. Sólo en 2006, sus pagos ascendieron a 46.900 millones de euros, o sea un 56% de todos los dineros públicos anunciados a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). También el Fondo Europeo de Desarrollo (FED), fundado en 1957 para el apoyo técnico a las colonias de los Estados miembro de la Comunidad Económica Europea, fue aumentado considerablemente para el nuevo período de patrocinio de 2008 a 2013, a 22.680 millones de euros. Desde 2000 hasta 2007 bastaron sólo 13.500 millones de euros.
Este fondo paga por una gran parte de la ayuda para África en el marco del programa de ayuda para los así llamados Estados ACP, o sea los países de África, del Caribe y del área del Pacífico. Ahora esos pagos deberán ser utilizados no sólo para el aumento de las exportaciones de los países industrializados – por ejemplo, la comisión de comercio exterior austriaca, por ejemplo, se basa en que un euro de ayuda al desarrollo trae consigo tres euros en exportaciones – sino también deberán ser condicionados al cierre de acuerdos de asociación económica (EPA, por sus siglas en inglés). Con esos acuerdos de asociación económica deberán entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2008 nuevas reglas para el comercio entre los Estados ACP y la UE. El objetivo de la Comisión Europea es forzar a través de estos acuerdos de libre comercio una apertura de los mercados de los países de las áreas ACP. En general la economía de la UE se beneficiaría considerablemente con un ajuste semejante, mientras se pondrían en peligro las estructuras económicas de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico. Debido a que estos en realidad no quieren avenirse, el comisario de comercio exterior de la UE, Peter Mandelson, protegido del ex primer ministro británico Anthony Blair, llega ahora a amenazar con la anulación de los dineros del décimo fondo de desarrollo europeo, si no se aceptara una apertura de los mercados.
El creciente interés por África tiene que ver también con el gran aumento de los costes de las materias primas. Por ejemplo, los precios para las materias primas agrícolas aumentaron considerablemente durante el año pasado: el de petróleo en un 45% y el de algunos metales industriales hasta en un 85% (FAZ, 1.12.2007). Aunque la UE se esfuerza por aumentar su influencia en África, decide por sí sola dónde se establecen las fronteras de las nuevas asociaciones. Por ejemplo, la Comisión de la UE financió con 250.000 euros un filme de disuasión que apunta a africanos dispuestos a emigrar. La consigna de la película: «Quedaos en casa, en Europa os va a ir aún peor.» La película, que actualmente es proyectada actualmente en Nigeria y Camerún y pronto lo será en la República Democrática del Congo, termina con la frase: «Partir no significa siempre vivir.»
El dinero para ese miserable mejunje proviene del Programa ENEAS, con el que se ayuda a proyectos sobre los temas de asilo y migración en el «Tercer Mundo. ENEAS además patrocina planes para la «Readmisión y reintegración efectiva de los retornados
en terceros países desde Estados miembros de la UE.» También se originan los fondos para el así llamado fondo de repatriación de la UE, que se establecerá el 1 de enero de 2008 con 56 millones de euros al año. Hasta 2013 se prevé un volumen de 193 millones de euros. Parece casi superfluo mencionar que los gastos en el marco del programa ENEAS son catalogados como ayuda al desarrollo y son incluidos en la suma mediante la cual se alcanzan los aumentos acordados hace más de 30 años y jamás alcanzados de un 0,7% del PIB de los países industrializados para la ayuda al desarrollo. Este tipo de política de migración y desarrollo forma uno de los puntos esenciales de la estrategia africana de la UE.
Colocándose totalmente en la nueva línea, el comisario de desarrollo de la UE, Louis Michel, del partido liberal valón Mouvement Réformateur, llamó a los europeos el fin de semana antes de la cumbre, a corregir su visión de África. Debe terminarse de una vez por todas con el «afro-pesimismo.» Porque con éste se combina a menudo una «visión moralizadora benefactora,» que «obstaculiza otra manera de pensar sobre África.» Michel pidió sobre todo que se deje de lado «modos de pensar a la antigua.» Llamó, a través de la agencia noticiosa francesa Agence France-Presse a «comprender que África ya no es el coto de caza privado de Europa,» refiriéndose a la nueva competencia china en África, y solicitó, que en la Cumbre UE-África se forje una «asociación política» y una alianza económica (AFP, 30.11.2007).
Pero esos propósitos no tienen nada de nuevo: Lo que hoy parece moderno, se vincula a la historia colonial. El Siglo XV también pasa por el siglo del descubrimiento de África, al que siguieron la colonización, el tráfico de esclavos y la explotación de recursos africanos para las potencias coloniales europeas. Al establecimiento de esta hegemonía también perteneció el rebozo de los propios intereses políticos y económicos. La conquista de África fue vendida en aquel entonces, tal vez en términos menos diplomáticos, pero en todo caso como un gran proyecto de ayuda, el cumplimiento de una misión y de una tarea de civilización
En 2005, la UE volvió a descubrir África con una nueva estrategia. Todavía en los años noventa tanto el comercio como las inversiones extranjeras en ese continente eran bastante reducidos. Esto cambió repentinamente con el nuevo auge de las materias primas y con la aparición de China en los mercados africanos. Actualmente ya no actúan individualmente las antiguas potencias coloniales, sino la UE, a la que le es más fácil presentarse como un nuevo operador, supuestamente desinteresado. Barbara Buchmann, presidenta del Asociación África del empresariado alemán, resume el nuevo enfoque de las empresas alemanas: «El continente africano muestra actualmente la fase más fuerte de crecimiento desde inicios de los años setenta. El crecimiento ascenderá este año a 6,2% según cálculos del FMI y estará por lo tanto en su cuarto año por sobre un 5%. Se estima que esta fuerte tendencia se mantenga, ya que algunos países asiáticos como China e India, y también empresas de materias primas internacionales de otras regiones, han descubierto a África como el continente de las oportunidades. Por primera vez desde hace décadas puede aumentar África su participación en las inversiones directas extranjeras.» (Financial Times Deutschland, 2.11.2007).
Libertad y democracia
En las páginas en Internet del Ministerio alemán de Cooperación económica y Desarrollo se encuentra directamente junto al anuncio de la Cumbre UE-África la información sobre la conferencia internacional en Berlín «Transparencia en la industria de las materias primas.» En la cumbre del G8 ya se discutió «cómo lograr progresos en este terreno.» Se espera que participen en esa conferencia en Berlín, junto a la vicepresidenta del Banco Mundial Obiageli Katryn Ezekwesili, el Secretario de Estado Erich Stather del Ministerio de Desarrollo y Bernd Pfaffenbach, Secretario de Estado en el Ministerio Federal de Finanzas (de Alemania). Casi parece un chiste cínico, todo lo invitan como «expertos en transparencia.» Junto a representantes de la Asociación de la Industria Alemana (BDI) están entre ellos Sheldon Daniel como representante de British Petroleum así como, en calidad de uno de los oradores principales, Victor Kasongo. Kasongo, Viceministro de Minas en la República Democrática del Congo. Kasongo es un puntal del autoritario régimen de Kabila y fue anteriormente presidente de la compañía estatal de minas OKIMO. Sus críticos le culpan de haber sido en gran medida uno de los responsables por la política de privatización de minas en el Congo favoreciendo a las corporaciones mineras internacionales y a la familia del presidente del Estado congolés, Joseph Kabila (Vea jW v. 3.8.2006, pp. 10/11).
Un primer plan de acción para el período desde 2008 a 2010 para implementar la asociación estratégica entre la UE y África fue aprobado como proyecto para la Cumbre por la troica de ministros el 31 de octubre. Prevé estrategias comunes, entre otras cosas en los campos de «paz y seguridad,» «gobierno democrático y derechos humanos,» «comercio y cooperación regionales,» «energía,» y «migración, movilidad, empleo.» Esas asociaciones deberán ser financiadas con medios del décimo fondo de desarrollo europeo y de los instrumentos financieros de la UE como ser el instrumento de cooperación al desarrollo y de los países vecinos. Con ambos instrumentos podrán agregarse dineros del presupuesto de la UE.
La máxima prioridad tendrán según el plan de acción «la paz y la seguridad,» y «el progreso y el desarrollo sustentable». Se planifica la formación de capacidades conjuntas para enfrentar las «amenazas a la seguridad» y los «desafíos globales.» A ello deben contribuir ante todo, junto a una estrecha cooperación en la seguridad, los soldados africanos pagados por la UE con el fondo para el desarrollo, bajo el hermoso nombre de African Peace Facility (Centro africano de paz). En 2004 se invirtieron 250 millones de euros en la creación de esa tropa. Desde 2008 a 2010 fluirán otros 300 millones de euros del décimo fondo de desarrollo europeo al fortalecimiento de esa tropa de combate africana.
En general, se entiende el envío o pago de tropas en África como medida de política de desarrollo. Para eso, la Unión Africana (UA) seguirá siendo pagada con dineros de la UE y se reforzará más que hasta ahora el «trabajo con el G8 y otros miembros de la comunidad internacional con vistas a las operaciones de apoyo a la paz africanas» de la UA. Además se podrán utilizar pagos directos de la línea presupuestaria de la UE para la política exterior y de seguridad conjunta. Además se establecerá una así llamada Arquitectura de Paz y Seguridad en África (African Peace and Security Architecture, APSA). Está compuesta de un sistema militar de alerta temprana, el «Consejo de los Sabios» y fuerza africana de emergencia. Ésta debe servir especialmente para el apoyo de la UE al entrenamiento militar de brigadas regionales, para maniobras militares y para ayuda logística, como ser Euro-RECAMP – un proyecto, que involucra la europeización de la formación francesa de tropas africanas de apoyo.
Junto al aspecto militar y comercial hay que destacar el campo de la así llamada cooperación energética. En el borrador de la troica para el documento final dicen sobre ese tema: «La preocupación global por la seguridad energética, el acceso a la energía y el cambio climático han reforzado la asociación entre el futuro energético de África y de Europa.» Por ello se debe crear una cooperación cuyo objetivo sea: «movilizar más recursos financieros, técnicos y humanos para el apoyo al desarrollo de la energía de África.» Así que la UE apoyará el sector energético africano, buscando fuentes de materias primas (petróleo y gas), la construcción de una infraestructura correspondiente y la integración de mercados energéticos. Para ello movilizará especialmente dineros de fuentes privadas. «El acceso a la energía» y la «seguridad energética» son las dos prioridades de esta cooperación. También en este caso se prevé el financiamiento por el décimo fondo europeo de desarrollo. Para visualizar qué intereses predominan en esto hay que tener presentes las declaraciones del ministro federal de economía alemán Michael Glos antes de su viaje a África del 3 al 5 de diciembre de 2007. «Angola es una de las economías de crecimiento más rápido del mundo gracias a su riqueza petrolífera. La economía alemana tiene gran interés en introducir su competencia tecnológica en el desarrollo del país. Al mismo tiempo Angola aumenta su importancia como mercado para bienes de inversión y de consumo.» (Comunicado de prensa del ministerio de economía alemán del 30.11.2007).
En cuando a migración, movilidad y empleo la así llamada cooperación debe concentrarse sobre todo en la creación de puestos de trabajo en África, y eso: «para poder controlar mejor los flujos de migración.» Se planifica la mejora de la «lucha común contra la inmigración ilegal.» También estas medidas deberán ser pagadas con fondos para el desarrollo de la UE.
Auge de las exportaciones a África
Alemania se considera un país que llegó tarde a África. Durante años ha fluido ayuda al desarrollo al continente, sin que haya valido la pena a largo plazo para la economía alemana. Hay que terminar con esa situación. Lo declaró la presidente de la Asociación África del empresariado alemán: Barbara Buchmann: «La política tiene que reconocer, que después de más de 50 años de colaboración por el desarrollo, ya no es el dinero el que soluciona los problemas, sino la creación de un clima favorable a las inversiones y la responsabilidad personal por su logro.» (Financial Times Deutschland, 2.11.2007). En especial se apuesta a la conexión entre la ayuda al desarrollo y la promoción de las exportaciones. «Para un apoyo efectivo a la economía privada alemana, el gobierno alemán debe incluir en cada proyecto de ayuda una componente que tenga el objetivo de fortalecer el sector privado local,» dice Buchmann. Mientras se queja por el aumento del volumen comercial de China con África a «actualmente 55.000 millones de dólares» (Frankfurter Rundschau, 30.11.2007), deja constancia sólo de pasada del explosivo aumento del negocio de importación-exportación alemán con África. Buchmann constata al respecto: «El comercio exterior alemán-africano ha aumentado en ambos casos en dos dígitos en los últimos tres años y aumentó en 2006 en un 18% a 33.000 millones de euros. Las exportaciones a África ascienden a 16.600 millones de euros y las importaciones a 16.400 millones de euros. También aumentan las inversiones alemanas en África, en 2005 en 15,6% a un total de 5.800 millones de euros.»
También Francia hace buenos negocios en África. Aunque varias empresas francesas se retiran del mercado local. Pero, con el consorcio francés Total, queda firmemente instalado un actor global determinante «cuya producción de petróleo y gas proviene en cerca de un 30% de África.» (Die Presse, 2.11.2007). A pesar de la ofensiva china en el mercado, Total sigue siendo el mayor productor de petróleo en el continente africano y, con la adquisición de Elf-Aquitaine, también ha heredado y «normalizado» sus tradicionales relaciones con Gabón. Los países productores más importantes son Angola y Nigeria. (Die Presse, 2.11.2007).
Gran Bretaña tampoco tiene motivos de queja. El país se sigue beneficiando con las estructuras de la Comunidad Británica de Naciones. El intervencionismo humanitario del Nuevo Laborismo sirve en ello como un medio para lograr sus objetivos: «Bajo el laborismo la política africana ha recibido un barniz moral pronunciado, comenzando con la exitosa intervención militar en la guerra civil en Sierra Leona, seguida por la condonación de deudas para los países pobres más endeudados, iniciada en gran parte por el actual primer ministro Gordon Brown, hasta la negativa de Brown a participar en la Cumbre UE-África, en caso de que el dictador de Zimbabue, Robert Mugabe, también estuviera presente.» (Die Presse, 2.11.2007).
Pero a pesar de esta presencia europea en África, los grandes Estados miembro de la UE tienen poco para contrarrestar la expansión de EE.UU. y China. Para ello son simplemente demasiado limitados los recursos de los Estados individuales, y por otra parte tienen grandes problemas para combinar sus intereses en el ámbito europeo. A eso se agrega la dificultad de que los Estados miembro pequeños y medianos tienen una agenda completamente diferente. Así, por ejemplo, el periódico sueco Aftonbladet se queja de la estrategia contraproducente de la comisión de la UE en relación con el acuerdo de asociación económica: «Una gran parte de la ayuda sueca al desarrollo va a países africanos, Gran Bretaña se empeña por una condonación para los países africanos.» Pero la comisión de la UE sigue una línea completamente diferente, escribe el periódico, «al pedir que África elimine los aranceles de importación para productos agrícolas, mientras las UE quiere mantener sus subvenciones.» El periódico comenta que: «Para cuando África firme antes de fin de año, un nuevo acuerdo, la comisión de la UE amenaza con nuevos aranceles más elevados, y (el comisario de comercio de la UE – R.R.) Mandelson incluso ha utilizado, según informaciones de los círculos de negociadores, la ayuda al desarrollo como medio de presión. (…) Esto procedimiento es cínico y contradice todas las reglas internacionales. (…) Si el gobierno sueco toma en serio su política de ayuda al desarrollo, tiene que dejar en claro de inmediato ante la comisión de la UE, que se opone a la actual estrategia.» (Aftonbladet, 30.10.2007).
Crítica táctica a China
En la cooperación entre la UE y África se entrelazan perfectamente las políticas comerciales, militares, y de aseguramiento de materias primas. El objetivo básico es que, con un menosprecio calculado por los intereses africanos, la UE, así como sus grandes Estados miembro, se ubiquen exitosamente contra los esfuerzos hegemónicos de EE.UU. y China y logren cosechar los beneficios de la recientemente descubierta riqueza africana de materias primas. Para lograrlo, mejorar su posición en África y reforzarla, así como para promover sus proyectos de explotación, la UE emplea cantidades masivas de fondos de desarrollo. La crítica a la política africana de China sirve sólo para encubrir la propia explotación. La falta de escrúpulos en el apoyo a regímenes corruptos y autoritarios, por la que gustan de criticar a la actuación china en África, es por lo menos igual en el caso de la UE; basten los ejemplos de la República Democrática del Congo, Angola, Gabón, Chad o la República Centroafricana. El gran juego por los tesoros del suelo africano se juega sin respeto alguno.
http://www.jungewelt.de/2007/12-07/026.php