ACTA
"Alzamos la voz en el Congreso para exigir mantener la línea histórica e independiente del desarrollo nuclear en Argentina, la derogación de los artículos 34, 35 y 36 de la Ley Nacional de Actividad Nuclear del menemismo, la recuperación de la explotación estatal de los yacimientos uraníferos y el cambio del Código de Minería para declarar al uranio como mineral estratégico", se escuchó a Rodolfo Kempf, miembro de la Junta Interna ATE-CNEA y CTA Capital Federal, físico investigador de la CNEA, en la radio abierta instalada frente al Congreso de la Nación.
El 10 y 11 de agosto, los trabajadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), institución creada por Perón en los años ’50, levantaron su voz para denunciar la continua privatización de la energía nuclear en Argentina. "El gobierno está llevando adelante la compra, llave en mano, de una central nuclear con una tecnología que el país no tiene del todo desarrollada desconociendo 60 años de historia de tecnología nuclear en Argentina", dijo Kempf en diálogo con ACTA.
"El Estado desembolsa una gran cantidad de dinero para comprar una tecnología que utilizará un combustible que no se hace en Argentina", agregó el trabajador, que además es vocal de la junta de CTA Capital Federal.
Otro de los efectos dominó de la compra del reactor es que no habrá autonomía tecnológica: "Te venden el reactor y hay que comprar el combustible afuera; si fuera un motor diesel, se podría usar el combustible de acá", aclaró Kemps.
Un verdadero desarrollo nacional y popular
La nacionalización de los recursos naturales es otro de los reclamos de los trabajadores que entienden que sin la posesión estatal de estos recursos estratégicos es imposible un desarrollo tecnológico independiente. "Desde el área nuclear, los trabajadores queremos forjar un verdadero desarrollo nacional y popular en defensa de nuestro patrimonio público, tecnológico, por nuestra soberanía energética y desarrollo nacional. Nosotros empezamos con esto y vamos a ir a una audiencia pública entre agosto y septiembre. La energía nuclear debe estar al servicio de los intereses nacionales y no de los impuestos por los imperialismos" . El Código de Minería de 1994 que permitía la explotación y extranjerización absoluta de los recursos naturales sigue vigente: la Barrick Gold, por poner un ejemplo, continúa llevándose el oro y otros minerales, contaminando el agua, el aire y el suelo. "La Barrick se lleva también el uranio en forma de granel. Nosotros planteamos que hay que utilizar el uranio que se necesite para la e
nergía del país y el resto dejarlo en el subsuelo. El uranio debe ser considerado un mineral estratégico y la minería debe ser controlada por los trabajadores y el Estado, no utilizado como un comoditie o como una mercancía más", explicó el físico de la CNEA.
El sol va cayendo detrás del Congreso mientras la radio sigue transmitiendo la voz de los trabajadores. La gente recibe los volantes, algunos se detienen a preguntar de qué se trata. "Encontramos buena recepción e interés en la gente, hasta nos cruzamos con viejos trabajadores de la CNEA", dice Kempf al tiempo que explica la elección de emplazar la radio frente al Congreso: "los puntos por los que reclamamos implican a los legisladores directamente: pedimos derogar artículos de la ley del ’94, cambiar el Código de Minería para poder hacer explotación de los yacimientos de uranio en la Argentina y además porque la resolución de los aportes presupuestarios (del orden de los 3 millones de dólares) tiene que pasar por el Congreso", concluye Kempf.
La convocatoria incluyó además a delegados de NASA (CNAI, CNAII, CNE, Sede Arribeños), CNEA (CAC, CAE, CTP, Complejo Fabril Córdoba, CMFSR), Dioxitek Ezeiza, PIAP-ENSI, ARN y representantes del Consejo Directivo Nacional de ATE.
Pasado y presente
La Comisión Nacional de Energía Atómica fue creada hace 61 años bajo los objetivos de consolidar la investigación básica y aplicada en torno al desarrollo nuclear, como el diseño, la construcción y la operación de centrales de generación nucleoeléctricas, la producción de radioisótopos necesarios para la salud pública y la industria, la protección del medio ambiente y la producción de combustibles nucleares para las centrales.
Por otro lado, la CNEA ha creado diversos organismos como los Complejos Mineros de Extracción de Uranio, la Planta de Producción de Dióxido de Uranio, la de Producción de Agua Pesada, la instalación de centrales nucleoeléctricas, los embalses de Río Tercero, Atucha I, Atucha II (actualmente en construcción), ha construido reactores de investigación y de producción, el Complejo Fabril de Enriquecimiento de Uranio, los Centros Atómicos de Investigación, desarrollo y producción y los Centros educativos para los desarrollos tecnológicos.